La violencia y la droga aparecían espontáneamente cuando se hablaba con los participantes de las ceremonias religiosas. Los fieles piden por misericordia, amor y reencuentro con Dios y los hermanos.
“Basta de drogas y violencia” fue el pedido unánime.
Los organizadores señalaron que trabajaron dos semanas para recibir a los fieles.
El padre Gustavo Juárez, presente en el vía crusis de San Cayetano en Barrio San Eduardo, comentó que la iniciativa surgió luego de una misión desde la parroquia de Bimaco. Consideró que “es la parroquia de todos” porque allí reside el patrono del pan y el trabajo.