"No es la primera vez. Durante la guerra, el Papa siempre estuvo cerca. Incluso nos mandó un mail que nosotros enseguida tradujimos al árabe y así llegó a toda la comunidad cristiana, que lo agradeció enormemente. Algo así en momentos de ese tipo es un consuelo enorme, un alivio. Y ahora, el hecho de que nos haya llamado para un encuentro personal con él nos hace sentir su cercanía, su aliento a ser la sal de la tierra de Gaza", subrayó.
 
Mendocino de San Rafael, de 40 años, Hernández es párroco de la pequeña Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza, construida en 1952 para recordar que en su huida a Egipto la Virgen María, José y el niño Jesús pasaron por esa tierra. En Gaza los cristianos son minoría: entre los casi dos millones de habitantes sólo hay 1300 cristianos, la mayoría ortodoxos y sólo 136 católicos. Durante los recientes bombardeos israelíes, Hernández les dio refugio a niños con discapacidad y ancianos.
 
Lo que más le impactó al párroco de su audiencia de ayer con Francisco fue la fuerza que le dio para seguir adelante. "Dijo que el Evangelio exige sacrificios, que Jesús nos pide a cada uno de nosotros, en diversos lugares, y que a nosotros nos toca testimoniar a Jesús ahí, en la tierra que lo vio sufrir, morir, pero que también lo vio resucitar... «Así que ¡fuerza, coraje, adelante!», fueron las palabras de Francisco", concluyó..


Fuente: lanacion.com.ar