En un trámite veloz, el ex jefe de Gabinete de la Cancillería Eduardo Valdés recibió ayer dictamen favorable en comisión y, unas horas después, obtuvo el acuerdo del Senado para convertirse en embajador ante el Vaticano.

El pliego de Valdés fue aprobado sobre tablas por unanimidad de 50 senadores. No hubo debate en el recinto, ya que, un poco antes, el nuevo embajador ante la Santa Sede había defendido su pliego en la Comisión de Acuerdos de la Cámara alta.

Allí, Valdés trazó un rápido repaso de los objetivos con los que viajará a Roma y, como lo viene haciendo desde que se conoció su destino diplomático, habló sobre el pensamiento del papa Francisco.

Así, dijo que el pontificado de Jorge Bergoglio "apuesta a una visión plural, interreligiosa". Y añadió: "Ese pluralismo político lo practica desde todos los sectores que lo van a ver desde Buenos Aires y desde todos los lugares del mundo".

Valdés, de 57 años, desempeñará la función que Juan Pablo Cafiero viene ejerciendo desde 2008 y para la que ya había obtenido el plácet de la Santa Sede, lo que ocurrió aún antes de que el Poder Ejecutivo enviara su pliego a la Cámara alta para que le diera su acuerdo como embajador político.

Al respecto, ante la Comisión de Acuerdos, Valdés, dirigente del peronismo porteño, manifestó su deseo de ser "un fiel y digno representante argentino" ante el Vaticano. Además, agradeció la decisión presidencial de nominarlo para el cargo.

En lo que sonó como una crítica a su antecesor, Valdés dijo que la tarea de la embajada argentina ante la Santa Sede "hoy está muy reducida", tras lo cual buscó diferenciarse y mostró su predisposición a gestionar la visita de dirigentes políticos y sociales argentinos al Estado pontificio.

"Ya le he pedido al Papa. Me encantaría que vayan todos y volver a que por la embajada no sólo pasen todos los actores de la política, sino también todos los religiosos, musulmanes, judíos. Que en ese lugar haya una capilla de credo ecuménico y que la pueda usar cada uno de los que van a Roma", aseguró.

Por otro lado, no ahorró elogios al Santo Padre. Lo calificó de un "generador de puentes y un destructor de muros".

En ese sentido, aseguró que el que vaya a Roma "con la idea de generar puentes va a encontrar en él [por el Papa] un aliado". Enseguida, contrapuso: "El que quiera generar muros no lo va a encontrar".

Valdés fue jefe de gabinete de Rafael Bielsa en la Cancillería y es un histórico dirigente del peronismo porteño de la época en que el partido era dominado por Carlos Grosso. Así, fue secretario general de la municipalidad porteña entre 1989 y 1990, consejero vecinal de la ciudad, convencional constituyente en 1994, y fundador y director de la Escuela Nacional de Gobierno durante la gestión de Carlos Menem.

|La Nación