Diego Torres definió a su hija Nina como “una chiquilina divina que se porta muy bien” y expresó sus deseos de ser nuevamente padre: “Yo creo que todo va a llegar. La idea no es dejar a Nina sola. Vengo de una familia grande. En los tiempos actuales muy difícil tener tantos hijos, pero ojalá que podamos estar bien, que Nina vaya creciendo y que pueda tener algún hermanito”.

En diálogo con La Once Diez, en el programa de Catalina Dlugi, aseguró que “el oficio de padre se aprende día a día” pero que actualmente lo lleva adelante “con mucha más tranquilidad y conocimiento que el primer día, cuando era un terreno todo nuevo”. Además, resaltó que al ser padre, “pasás a ser coprotagonista de tu vida, se cambia el foco y las prioridades se ordenan de otra manera”.

En este sentido, celebró haber consolidado una familia junto a su pareja, Débora Bello, y su hija, Nina, a partir de lo cual enfatizó que “el verdadero moderno no es el que se pinta los pelos de colores, se pone 38 aros y está todo tatuado, sino que ser moderno es poder llevar un proyecto de familia adelante, porque hoy la gente tiene menos compromiso y las cosas duran menos”.

Por otro lado, definió a la película “Papeles en el viento”, en la que actúa junto a Pablo Echarri, Diego Peretti y Pablo Rago, como una “comedia romántica entre amigos” en la que su personaje, el Mono, “es un poco el eslabón entre los cuatro amigos, el que se lleva bien con todos”. “Tiene que ver con cómo los argentinos vivimos la amistad, qué podemos hacer por un amigo”, agregó.

Al ser consultado sobre si prefiere su faceta de actor o de cantante, respondió que no puede prescindir de ninguna de las dos: “Amo con la misma pasión hacer música, poder escribir canciones y cantar como disfrutar de mi oficio de actor”.