El orfebre entregó ayer dos piezas a Argerich y Barenboim; la ofrenda al Papa
Hace unos días, durante una conferencia de prensa en el Salón Dorado del Teatro Colón, Darío Lopérfido dijo sobre Martha Argerich y Daniel Barenboim: "Son los dos argentinos más importantes del mundo". En esa misma conferencia, sería la propia Argerich quien propondría una corrección de la frase: "Me parece que se olvidó del papa Francisco", le dijo. "Son tres", concedió Lopérfido. Los tres [Barenboim habría querido sumar a Messi] tienen desde ayer otra cosa en común: la posesión de una pieza de Adrián Pallarols.
Hace 11 años que Pallarols trabaja, primero para Jorge Bergoglio, y, desde 2013, para el papa Francisco. La cercanía con Barenboim y Argerich fue más repentina, pero no por eso menos natural. "La verdad es que no los elegí -explica el orfebre-. Son dos enormes referentes musicales de los últimos 50 años. Ellos se eligen solos. Lopérfido nos acercó y yo doy un modesto testimonio de este tiempo que dio a estas figuras."
Dicho así, el reconocimiento parece una cuestión pública. Pero para Pallarols incluye una dimensión más personal. Tiene años de conservatorio y la versión de Argerich del Concierto N° 3, de Rachmaninov, fue para él muy importante. "Aquí jugó mi debilidad. Les devuelvo algo. ¡Las cosas que pude hacer gracias a lo que ellos tocaron! Me ayudaron mucho." El regalo, mates con sus iniciales, cayó bien. A Barenboim, por lo menos, le resolvió un problema. No tenía bombilla y se preparaba hasta ahora mate cocido en una jarrita. Pallarols le dio además a Barenboim un rosario bendecido por el Papa.
En cuanto a Francisco, los compromisos de Pallarols continúan. Está terminando el cáliz que, en septiembre, usará en su visita a Estados Unidos: una pieza de estilo gótico inglés, un poco en homenaje a la catedral de San Patricio de Nueva York. Será un cáliz protocolar y de 28 centímetros. La medida tiene una explicación que Pallarols se apura a contar: "Se usará en una misa que va a celebrarse en el Madison Square Garden. ¡Si no tuviera ese tamaño, no podría verse de lejos!"..(La Nación)