El fiscal de instrucción de Alta Gracia, Emilio Drazile, está convencido de que el padre Luis Cortez (73) fue asesinado por gente que lo conocía. El o los asesinos lo sorprendieron cuando salía a dar la misa de las 18 del sábado, o durante la siesta de ese mismo día, cuando fingieron visitarlo para pedirle ayuda.

Por esa razón, los detectives de Homicidios, al mando del jefe del Departamento, comisario inspector Fernando Jones, están entrevistando a vecinos y conocidos del ex cura párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Merced, para tratar de dar con alguna pista que los lleve a los asesinos.

“Estamos buscando testigos que hayan visto u oído algo en el lugar. Por eso, les pido a los vecinos que sepan algo que colaboren con la investigación. Siempre sucede que sin testigos la causa no se esclarece, yo sé que esto nos ha pegado muy duro a todos pero es necesario la colaboración de la población para esclarecerlo”, aseguró el fiscal de Alta Gracia.

Para los investigadores, el asesinato del padre Cortez fue un homicidio criminis causa: lo mataron para encubrir otro delito, que sería el robo. Y la hipótesis sobre los conocidos, apunta, precisamente a que la víctima reconoció a los ladrones y posteriores asesinos.

El sacerdote fue asesinado el sábado a la tarde en su casa de calle 3 de Febrero 12, a pocas cuadras de la Estancia Jesuítica y la comisaría de Alta Gracia. Eran las cerca de las 18 cuando los vecinos vieron salir mucho humo de la casa de Cortés y alertaron a los bomberos.

El jefe del cuartel de Bomberos de Alta Gracia, Gabriel Salcedo, fue quien entró a la casa de 3 de Febrero 12: “Abrimos para entrar, había humo y cuando fuimos al living encontramos el cuerpo del sacerdote abajo de la mesa”, dijo el bombero.

Todo indicaba que estaban ante un accidente doméstico. Pero luego de una investigación se determinó que el sacerdote había sido atado con las manos atrás. Y se encontraron restos de cinta de embalar aún pegados al cuerpo. Más tarde, desde la morgue de Córdoba le informaron al fiscal que el cura “fue víctima de una asfixia mecánica, producida por un estrangulamiento, ya sea con manos, soga o telas”. (Clarín)