Racing le ganó el clásico a Independiente en tres minutos. Si de la dinámica de lo impensado se trata, el fútbol que se vio en el estadio Libertadores de América reforzó el concepto. Cuando el equipo de Diego Cocca peor la pasaba, aparecieron Bou y Romero al cierre del primer tiempo y sellaron el 2 a 0 con el que terminó la primera final de la Liguilla Pre-Libertadores.

En el reparto de roles, Independiente eligió ser el protagonista y Racing un actor secundario. Uno jugó para abajo y atacó en bloque, el otro eligió los pelotazos y un ataque descoordinado con Bou como receptor de todos los avances. Y justamente fue con uno de esos pelotazos que el delantero aprovechó para abrir el marcador; en soledad, se sacó de encima a tres marcadores y definió de derecha. Lo que hizo Romero tres minutos después, cuando puso la pelota junto al palo izquierdo de Rodríguez, terminó por sorprender a la hinchada del Rojo, que miraba desconcertada lo que ocurría en el campo de juego.

En el segundo tiempo, ni la expulsión del volante Diego Rodríguez por un duro planchazo a Bou, a los 6 minutos, logró cambiar los roles. Independiente siguió dominando y Racing se refugió en el arco de Saja.

El final del partido encontró a la Academia sufriendo para sostener la ventaja, y al Rojo volcado al ataque. Sin embargo, el resultado no varió y la serie, que se definirá el domingo que viene en el Cilindro, quedó 2 a 0 a favor de Racing.