La polémica desatada durante la semana entre la Provincia y la Nación por la decisión del intendente de Villa Allende, el macrista Eduardo “Gato” Romero, de apelar a gendarmes para patrullar las calles y mejorar la seguridad se saldó de la manera más inesperada. Ese “modelo” no sólo continuará, sino que se extenderá provisoriamente a todo el cordón de Sierras Chicas que va desde La Calera hasta Ascochinga.

El anuncio sobrevino tras un acuerdo entre Mauricio Macri y el gobernador Juan Schiaretti, que este último oficializó anoche en Jesús María, donde ambos compartieron dos actos: el lanzamiento de un plan de hábitat por parte de la Nación y la ceremonia de entrega de utilidades del Festival de Doma y Folklore.

Schiaretti aclaró que esa modalidad de apelar a gendarmes será provisoria hasta julio, fecha en que se espera el egreso de unos 1.500 nuevos policías, que entonces reforzarán la seguridad en el sector.

El gobernador destacó la “colaboración” entre Nación y Provincia para sumar 500 gendarmes y 500 policías federales en el combate al narcotráfico y al delito, y fue tajante: “Decidimos esto para acabar con la confusión, con los dimes y diretes sobre el tema. La forma de actuar es enfrentar los problemas, hablar e ir para delante”.

El gobernador buscó así una salida lo más elegante posible, para dejar atrás un cruce creciente entre ambas jurisdicciones. Es que el accionar de Romero había sido rechazado con dureza ante la Nación por el propio ministro de Gobierno provincial, Carlos Massei, y también por el subjefe de Policía, Gustavo Folli, quien había asegurado que en Villa Allende el delito había descendido, de acuerdo a estadísticas oficiales. Romero aseguraba todo lo contrario.

Ambos funcionarios provinciales quedaron desautorizados, o por lo menos descolocados ante la nueva idea, que, según trascendió, fue propuesta por el propio Schiaretti a Macri, para no meter ruido en la relación con la Nación.

Del otro lado, el Presidente no mencionó el tema, mientras que Romero manifestó su “alegría”. “No nos consideramos punta de lanza de nada. Sólo hicimos lo que teníamos que hacer y con el apoyo de los vecinos. Los niveles de inseguridad son insostenibles”, insistió.

Ante una consulta de este diario, indicó que son “sólo seis o siete” los gendarmes que patrullan su ciudad.

Macri arribó a Jesús María a las 19, proveniente de Luque. Lo hizo junto a su ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y los diputados nacionales Mario Negri y Nicolás Massot, además de Schiaretti. Allí lo esperaban, entre otros, el intendente anfitrión, Gabriel Frizza; su par capitalino, Ramón Mestre, y un nutrido grupo de legisladores provinciales y nacionales, e intendentes de Cambiemos en su gran mayoría.

Frigerio firmó con Schiaretti 13 convenios para un programa de hábitat que llegará a pequeños municipios y comunas, con una inversión de 481 millones de pesos. También están incluidos barrios humildes de Río Cuarto, Córdoba y particularmente Jesús María. En este último caso, la Costanera y los barrios Sierras y Parques serán beneficiados con aportes por casi 160 millones de pesos, en dos etapas.

Frizza le regaló al Presidente una tabla para asado y un cuchillo, mientras que Schiaretti le obsequió una réplica de la primera moneda cordobesa.

Macri se permitió una humorada. “Es la primera vez que me llevo una moneda de acá, porque cada vez que vengo a Córdoba me sacan plata”, se rio.

“Y vos no digas nada, Ramón”, le espetó a Mestre, que estaba en primera fila, incluyéndolo entre los pedigüeños.

Ese comentario y el contexto general del acto no cayeron para nada bien en el mestrismo, que justo días atrás pidió a Macri un aporte extra de 75 millones en subsidios al transporte para evitar un aumento fuerte del precio del boleto, pero ya recibió un “casi no” de la Casa Rosada.

Cerca de Mestre, consideran que el macrismo privilegia un mejor trato y aportes económicos a Schiaretti que a la UCR, que es su aliado político en la provincia.

Y ponen como ejemplo la millonaria financiación de obras que la Nación le brinda a Schiaretti y hasta los ATN (adelantos del tesoro) que reciben municipios macristas. “Para nosotros parece que nunca hay nada”, rezongaron varios, que ante ese “destrato” hasta sugirieron prestar atención al comportamiento que tendrán de aquí en más en el Congreso los cuatro legisladores nacionales que responden al mestrismo.