Lo afirmó el abogado y representante legal de ARGRA, Miguel Gaya quien se refirió al estado de salud del reportero gráfico Pablo Grillo, herido gravemente durante una cobertura, y apuntó duramente contra las autoridades. Denunció abandono institucional, falta de avances en la causa judicial y violencia sistemática contra los trabajadores de prensa.
Miguel Gaya
En una entrevista ofrecida a DE UNA, Miguel Gaya, representante legal de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), brindó un crudo panorama sobre la situación del fotógrafo Pablo Grillo, quien permanece internado en terapia intensiva tras haber sido herido por un proyectil de gas lanzado por un gendarme durante una manifestación de jubilados en Capital Federal, el pasado 12 de marzo.
"En realidad nunca se fue de terapia intensiva", afirmó Gaya, desmintiendo versiones que indicaban una mejora en la salud de Grillo. "Iba a salir la semana pasada de Terapia Intensiva, pero tuvo algunas complicaciones... lo que pasa es que la repetición de este cuadro y el tiempo que hace que está internado en terapia intensiva va minando su resistencia".
Respecto al avance judicial del caso, el abogado fue tajante: "Va avanzando a paso cansino. Se lo va empujando un poco". Aunque reconoció que la jueza Servini de Cubría le dio "un poquito más de ritmo" a la causa. Gaya denunció un patrón de encubrimiento y sobre el gendarme que hirió a Gallo expresó: "Dijimos que lo iban a tirar abajo del camión... y es lo que está sucediendo. Las mismas autoridades que lo usaron como carne de cañón, lo abandonaron".
Gaya también apuntó contra el rol del Ministerio de Seguridad y la falta de compromiso del gobierno nacional: “hubo presiones de apoyo a la Fuerza de Seguridad que han ignorado totalmente el tema".
Para Gaya, el caso trasciende lo judicial y adquiere una dimensión política y social: "Acá hay una cuestión profundamente política, en el sentido profundo de la palabra política: qué clase de sociedad queremos convivir", reflexionó. Y añadió: "No puede haber impunidad para nadie".
Finalmente, denunció la situación general de los reporteros gráficos en el país, que según él se enfrentan a la violencia institucional de manera sistemática: "Todos los miércoles, a cada manifestación que van los reporteros gráficos, se están arriesgando la vida. Lo digo de forma literal". Gaya comparó la situación con una persecución aleatoria a camioneros en rutas: "Después dicen ‘perdón, usted no era’. Esto es lo que pasa con los reporteros gráficos".
El caso de Pablo Grillo pone en evidencia una problemática más profunda sobre el rol del Estado en la protección –o desprotección– de quienes ejercen el periodismo en contextos de conflictividad social.