El legislador del oficialismo cordobés y candidato a diputado nacional, Miguel Siciliano destacó el impacto económico del deporte motor en la ciudad, defendió el modelo cordobés de inversión pública y criticó duramente la polarización nacional. “La gente no quiere más insultos, quiere propuestas concretas”, sentenció.
Miguel Siciliano, Juan Manuel Llamosas y Agustín Calleri
Miguel Siciliano, Juan Manuel Llamosas y Agustín Calleri
Miguel Siciliano, actual presidente del bloque de legisladores de Hacemos Unidos Por Córdoba y candidato a diputado nacional, estuvo en el panorama central de Informe16 junto a Agustín Calleri, presidente de la Agencia Córdoba Deportes y el precandidato a Diputado Nacional, Juan Manuel Llamosas.
Durante la entrevista, Siciliano no sólo se refirió a la relevancia deportiva y económica de la vuelta de la carrera del TC Pick Up, sino que aprovechó para trazar una línea política clara entre el modelo de Córdoba y el escenario nacional.
“No solamente hoy en Río Cuarto hay un espectáculo deportivo de primer nivel, sino que atrás de eso hoy los hoteles están agotados, no encontrás una cama. Los bares, taxis, proveedores, todos trabajan. Eso es economía en movimiento”, explicó el legislador.
Además, defendió con énfasis la política de inversión pública del gobierno provincial: “Cuando dijimos vamos a hacer la inversión que tenemos que hacer en el autódromo, no estaba pensando sólo en el espectáculo, sino en todo el entramado económico que genera. Eso se llama economía naranja".
Siciliano reivindicó el modelo cordobés como un ejemplo a seguir en el país: “Córdoba se viene preparando hace muchos años para ser la potencia que es hoy. Con rutas, gas, autopistas, universidades públicas provinciales. Es un modelo que, en tiempos de bonanza, permite avanzar y en tiempos de crisis permite resistir”.
Frente a las elecciones del 26 de octubre, el legislador advirtió sobre lo que está en juego: “Estoy convencido de que la gente no es tonta, sabe quién invierte, quién trabaja. Es hora de llevar a la Nación un modelo que no prometa: que haga”.
En otro pasaje, lanzó una dura crítica a la grieta política nacional: “No podemos seguir viendo que los libertarios le gritan a los kirchneristas ‘kuka´, ´Lali depósito´ y los otros responden ‘empastillado, hablás con perros muertos’. Basta. Esa no puede ser la discusión de la Argentina".
Y propuso una alternativa: “Queremos una Argentina del sentido común. Si una ley es buena, aprobala. Si es mala, proponé una mejor. No es tan difícil”.
Por último, remarcó que su espacio busca representar a una nueva fuerza: “Nos han mentido diciéndonos que era kirchnerismo o libertarios. Mentira. Hay una alternativa de centro, productiva, con diálogo. Eso es lo que representamos con Schiaretti, Llamosas y con los gobernadores del interior.”