La academia riocuartense conmemora cinco décadas de actividad con la 34° edición del Encuentro Regional Infantil y Juvenil de Folclore y la 27° edición del Abrazo Latinoamericano. Más de 200 niños y jóvenes, de distintas provincias y de Uruguay, participan de esta celebración que convierte a la ciudad en un punto de encuentro cultural y comunitario.

Desde Banda Norte hasta los escenarios internacionales, la historia de Abriendo Surcos está hecha de pasos, giros y sueños colectivos. Enrique Alcoba, quien se encarga de la parte de difusión de la academia, lo recuerda con orgullo: lo que alguna vez comenzó como un proyecto barrial, hoy es un símbolo de identidad cultural que cumple nada menos que 50 años.

La celebración llega con una agenda cargada. El Encuentro Regional Infantil Juvenil de Folclore y el Abrazo Latinoamericano traen a Río Cuarto a más de 200 niños y jóvenes de Córdoba, San Luis, Santa Fe y también de Uruguay. Durante varios días, iniciando hoy 25 de septiembre, la ciudad se convertirá en un gran escenario: audiciones didácticas en colegios, actividades abiertas a la comunidad y un sábado que promete ser inolvidable. Desde las cinco de la tarde, la Plaza Roca se llenará de música y danza, seguida de un paseo que reivindica los derechos de la niñez y el derecho universal a la cultura. El cierre será en el Centro Cultural Viejo Mercado, con todas las delegaciones compartiendo escenario.

Este año también tiene un condimento especial: Abriendo Surcos participó en festivales internacionales de folklore en Turquía y Chipre, bajo el auspicio de la UNESCO. Allí, la agrupación compartió escenario con representantes de casi 30 países, mostrando que el bombo y la samba que nacen en Río Cuarto pueden dialogar con el mundo entero.

Para Enrique Alcoba, la danza es mucho más que una disciplina artística. Es un motor de transformación personal y colectiva. "El folklore no es estático, se reinventa en cada generación", aseguró. Y lo demuestra la propia historia de la agrupación, que desde su lugar en el mapa supo expandirse hasta convertirse en un puente cultural.

La invitación queda hecha: Río Cuarto late este fin de semana al ritmo de la danza y la música popular. Una celebración que honra las raíces, abraza nuevas miradas y renueva la esperanza de que la cultura siga siendo el mejor espacio de encuentro.

LA VUELTA DEL PERRO