A diez años de su estreno, repasamos los momentos más emblemáticos de “Frozen: una aventura congelada”, un clásico que sigue cautivando.
Hace una década, el 27 de noviembre de 2013, Frozen: una aventura congelada irrumpió en las salas de cine convirtiéndose en un fenómeno global. Con motivo de su décimo aniversario, Disney celebra con iniciativas y un emotivo video en el que agradece a los fans por una década de magia congelada.
Este hito lleva a revisitar cinco momentos que marcaron esta película que se convirtió en un clásico indestructible, con Elsa y Anna al frente.
Cinco hitos por los 10 años de “Frozen”
- “¿Y si hacemos un muñeco?”. La canción evoca la relación entre Elsa y Anna antes de que los poderes de la primera cambien todo. La súplica de Anna detrás de la puerta cerrada de Elsa es un símbolo de su conexión fracturada.
- El sacrificio de Olaf. En una escena que define el espíritu de “Frozen”, Olaf enciende un fuego para salvar a Anna, a pesar del riesgo para su propia existencia. Su frase “vale la pena derretirse por algunas personas” es un recordatorio del poder del amor y el sacrificio.
- El encuentro de Anna y Kristoff. Este momento cómico y entrañable señala el inicio de una gran aventura y una relación inolvidable. Su viaje en trineo, repleto de diálogos chispeantes, marca el comienzo de una amistad que se convertiría en algo más.
- Anna salva a Elsa. En un acto de amor fraternal, Anna se interpone entre Elsa y la espada de Hans, convirtiéndose en hielo para salvar a su hermana. Este acto refleja el tema central de “Frozen”: el amor inquebrantable entre hermanas.
- “Libre Soy”. Posiblemente es uno de los momentos más icónicos: la canción de Elsa simboliza su aceptación y celebración de su verdadera identidad. Su poderosa interpretación es un himno a la libertad y la autoaceptación.
Por este aniversario, la plataforma Disney+ lanzó la Colección Frozen. Pero el legado también continúa con la próxima película, “Wish: el poder de los deseos”, que sigue la línea temática del poder del amor y la familia.
“Frozen” no solo es un referente del cine animado, sino también un recuerdo persistente de que algunas historias realmente pueden congelar nuestros corazones, llenándolos de magia y emoción.